Entender el problema es el primer paso para resolverlo.
Las ciudades están intentando comprender el comportamiento de la contaminación en entornos urbanos y para ello necesitan recolectar datos sobre los niveles de contaminación. Desafortunadamente, la realidad es que las ciudades sólo pueden instalar un número reducido de estaciones de control tradicionales porque son muy caras desde el punto de vista económico y de mantenimiento.